#1376 – El Exorcismo de Anneliese Michel

En 1968 Elisabeth sufre su primer ataque de epilepsia, es diagnosticada con psicosis, poco después se le diagnostica depresión y es tratada en un hospital.

A sus 20 años en 1972, comienza a escuchar voces, su condición psiquiátrica empeora a pesar de los medicamentos que se le recetan, han pasado casi 5 años y no hay mejora alguna en sus síntomas. Ella y sus padres se convencen de que está siendo poseída por un demonio. Como resultado buscan ayuda de la iglesia Católica para un exorcismo.

En 1975, la familia Michel luego de ser rechazados en su primera petición, dos sacerdotes se involucran en el caso, con el permiso del arzobispo local. Los padres deciden interrumpir todo tratamiento médico de su hija, que hasta en ese entonces parecía no servirle.

En los siguientes 9 meses Elisabeth tiene cada semana entre uno y dos rituales de exorcismo, cada uno dura 4 hrs. Todos los que están presentes o dentro de la casa en cada sesión, atestiguan hechos inexplicables. La chica tiene fuerza sobrehumana y habla en lenguas extrañas.

La situación se complica aún más, la joven comienza a tener visiones y no ingiere alimentos diciendo que los demonios, porque son varios lo que viven en ella, le impiden comer. También empieza a agredir a los sacerdotes y a sus padres, con insultos y golpes.

A principios de 1976, ella duerme en el suelo, come arañas y moscas, además bebe su propia orina. También suda vapores nauseabundos, escupe sangre, rompe crucifijos y grita toda la noche.

Con el fallecimiento de Anneliese, esta historia se convierte en un paradigma debido a que hay mucha gente involucrada. La hipótesis religiosa y médica no van de la mano, la ley jurídica y la opinión pública juegan otro papel importante, dejando a los sacerdotes y a ambos padres al borde de ser encarcelados, teniendo como única evidencia algunos audios y videos de los exorcismos. Dejando en el aire la incógnita de lo que realmente sucedió, el hecho más relevante es que Anneliese Michel, vivió una completa pesadilla hasta el día de su muerte.

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *